4 de diciembre de 2015

La exhibición en AJBR alerta a profesores y estudiantes sobre las prácticas culturales que han deteriorado el edificio.

En el plafón con las señas inexorables del deterioro progresivo se consigna en el indicativo “Die Wüste Wächts (“El desierto crece”, Nietzsche) como un reclamo en el imperativo. La instalación Signos abre el 1 de diciembre de 2015 en el Edificio Jaime Benítez Rexach, como un espacio interactivo en que se crea un obra -con unas trece piezas- generando en la interacción una obra global transitable. Ahí están las señales sobre las señas, que superan las formas de indicios de algo ocurrido en un tiempo pretérito: se trata de una acción en devenir.

Las condiciones de deterioro, más que los parchos, las grietas, las oxidaciones, los desprendimientos, los plafones y formas colapsadas, los charcos de agua empozada, nos remite a la semioesfera en la cual nos encontramos con nuestras prácticas culturales. Esta instalación se sitúa en el movimiento no meramente de la denuncia sino de mirar nuestro propio mirar y sorprenderse por las claves de su ser ajeno.

Esta muestra, montaje parcial del proyecto “La Arqueología del Habitar: prácticas culturales, deterioro y conservación de edificaciones universitarias en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico” trató del menoscabo de nuestro habitar por medio de prácticas culturales depredadoras. Esto desemboca en la dilapidación, agotamiento y despilfarro -no sólo como cuestión económica- sino como formas del abandono a nivel de la propia identidad de un sí mismo desvirtuado. Acercarnos a estas huellas en la instalación fue una experiencia no de ver una obra sino ser parte de ella.

Producción: Angelica Oliveras, Edgardo Flores Ortiz, Emmanuel Pagán, Miledis Sánchez Archilla, Ivana Alonso Contes 

Fotos: Adriana De Jesús Salamán