25 septiembre de 2015

Hay gato encerrado…y la expresión no solo surge del refrán popular que implica sospecha de algo que no es evidente a simple vista, sino que hay un verdadero gato encerrado en una vitrina del edificio Domingo Marrero Navarro, de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. El felino halló su muerte atrapado entre la dejadez y el olvido que tanto caracterizan la edificación. Su cuerpo, cuenta otra historia, quizás la nuestra.

En una especie de paradoja se encuadra una escena a modo de vitrina que en el día a día se nos escapa. Mientras que el cuerpo desiste su propia corrupción, la prolongada estadía acentúa esa atmósfera de dejadez allí encontrada. Nos atrajo precisamente ese paso del tiempo ante un cuerpo desatendido. Su invisibilización hizo eco con esa del abandono y el deterioro de las edificaciones universitarias del centro docente del país. El hallazgo lo relata David Tait en el trazo “Hay gato encerrado, un insólito caso de abandono”.

La instalación elabora problemas tratados en la investigación: “Arqueología del habitar:  prácticas culturales, deterioro y conservación de edificaciones universitarias en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico”.

Instalación: Isabel Olivieri Ortiz, Miledis Sánchez Archilla, Ivana Alonso Contes, Omar Valentín Silva, Edgardo Ortiz Flores, Carlos Casalduc Rivera, Antonio Casalduc Rivera y Angelica Oliveras

Fotos: Ivana Alonso Contes